¿PODRÍAMOS TODOS TENER UN ‘BOSQUE ETERNO’ EN NUESTRA VIDA?

Esta semana os voy a hablar de un lugar mágico que visité hace pocos años, en uno de mis viajes en uno de los Países más increíbles del mundo: Costa Rica.

Durante esas cuatro esplendidas semanas de aventuras en plan Lara Kroft, una amiga mía y yo, hicimos un paseo nocturno en El Bosque Eterno de los Niños, en Monteverde.

El Bosque Eterno de los Niños es un proyecto que ha formado parte del sueño de los niños y adultos de todo el mundo. Es la reserva privada más grande en Costa Rica.

Os reporto aquí parte de esta historia, porque me parece conmovedora:

El sueño de salvar el bosque tropical por los niños comenzó en 1987 en una pequeña Escuela Rural de Suecia, cuando estudiaban los bosques tropicales, donde un niño de nueve años de edad, Roland Teinsuu, preguntó que podría hacer para mantener el bosque y los animales a salvo de la destrucción. El joven Roland motivó sus compañeros para realizar una campaña de recaudación de dinero para la compra y protección del bosque amenazado en Costa Rica. De la mano de su profesora y guía, Eha Kern, su esposo Bernd y la asistencia de la bióloga Sharon Kinsman, quien presentó el proyecto de Monteverde en la escuela, Roland y sus compañeros recaudaron lo suficiente para comprar seis hectáreas de bosque tropical a un costo de 250 dólares por hectárea, incluyendo el pago de escritura y los honorarios legales de la compra.

Unido a este éxito inicial, este grupo de niños dedicados a salvar la foresta tropical formaron el “Barnens Regnskog” (Bosque de los Niños), Con lo que se arraigó la visión y las contribuciones de todas partes del mundo.  Estos proyectos de recaudación de fondos han sido tan diversos como puede serlo la imaginación de un niño. Y estos niños han recolectado latas de aluminio y vidrio, horneado galletas para la venta con ingredientes del bosque (jengibre, chocolate, vainilla), o han pedido una parcela del bosque  tropical como regalo de Navidad o cumpleaños.

Las seis hectáreas originales, se establecieron cerca de Monteverde en 1988, y ha crecido a más de 22,500 hectáreas (más de 54.000 acres), en la actualidad es la reserva privada más grande de Costa Rica, que colinda con la Reserva Biológica de Bosque Nuboso de Monteverde.

Tanto Monteverde como región, incluyendo el Bosque Eterno de los Niños, y otras áreas cercanas, han sido foco de numerosos estudios y vastas colecciones de plantas y animales. Desde la década de los 60, muchos naturalistas, estudiantes y biólogos han contribuido al conocimiento del bosque nuboso y otros hábitats adyacentes.

Hasta la fecha, han habido 60 especies de anfibios, 101 especies de reptiles, 425 especies de aves y 121 especies de mamíferos registradas en esta zona. Esto hace un total de 707 especies de vertebrados terrestres, lo que representa el 50.5% del total de las especies conocidas en Costa Rica.

Si la naturaleza de estos bosques es una verdadera maravilla de día, de noche se viste de magia, los olores y los sonidos se intensifican en la oscuridad y un mundo completamente misterioso para nosotros –  que no solemos visitar los bosques  a esas horas – , se despierta y nos invita a descubrir especies que ni hubiéramos imaginado.

Pero lo que uno se lleva en el corazón, de vuelta a casa, no es sólo la belleza y la paz del lugar, sino la bondad, la generosidad y la pureza de los niños, niños que han conseguido a miles de kilómetros de distancia un verdadero milagro.

¿Y qué nos demuestra eso? Sólo y simplemente que todo es posible en esta vida, si de verdad lo queremos, si de verdad nos unimos para conseguirlo.

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